Reflexiones

Tiene una minusvalía pero no es tonta

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Fíjate, papá, hace unos días volvía con Canito de sacarlo a hacer pis y un hombre le preguntaba a otro: ¿ qué le pasa a tu hermana? , a lo que el otro responde:»tiene una pequeña minusvalía pero no es tonta».

Tengo que reconocer que logró, en cierta manera, sorprenderme, por así decirlo…El hombre reconoce que la hermana es minusválida (palabra que cada vez está más perseguida porque no es inclusiva y demás sandeces progres) pero no quiere que el amigo piense que es tonta…Curioso,no? No sería un problema si la hermana fuera coja o ciega o diabética o cualquier otra cosa, siempre de carácter físico, claro está. 

Es muy fácil para el común de los mortales compadecerse de alguien con un problema físico, pero, ¡ay, amigo!, que un problema mental es otra cosa,que los enfermos mentales jugamos en una Liga donde nadie quiere verse reflejado y, mucho menos, jugar. 

El común de los mortales, a mis cuarenta y ocho años, creo que tiene las neuronas justas para poder abrir un pistacho sin acudir al partenueces. El común de los mortales ha ido recibiendo durante años la información de que el que tiene un problema físico puede hacer lo que puede hacer por curarse…No puedes hacer que la pierna escayolada se cure corriendo una maratón, por ejemplo. Puedes intentar controlar lo que comes y bebes para que el colesterol no te dé un susto…pero el enfermo mental, para ese mortal medio que puebla el mundo, nunca hace nada por curarse, nunca pone de su parte, porque si pusiera se curaría.

Sí, papá, lo sé. Lo he repetido muchas veces pero creo que hay cuestiones que por mucho que se repitan no llegan a calar y si algo quiero que cale, debo repetirlo. 

Y lo repetiré hasta la saciedad: los «tontos» no hemos elegido serlo, punto primero. Hacemos muchas veces muchos esfuerzos por intentar mejorar, punto segundo. Esfuerzos que , por otra parte, al menos en mi caso, sólo sirven para empeorar, dado que llevo años enferma y sólo he logrado, PESE A PONER DE MI PARTE TODO Y MAS, que mis padecimientos se hagan CRONICOS.  La tonta es tonta crónica. 

Que sí, que de donde no hay no se puede sacar, pero es que el tema no es la fatal ignorancia de la gente sino , por el contrario, la nula empatía, la nula caridad hacia el prójimo, la falta absoluta de compromiso con quien nos necesita. No queremos que nadie nos saque de esa zona de confort donde la charla más profunda la mantenemos con el móvil o con un unicornio que huele a algodón. 

Cómo vamos a dejar tirado a alguien que vemos que está enfermo del cuerpo, claro que no…Pero si el padecimiento es mental, anímico, el esfuerzo lo tiene que hacer el otro, porque, a fin de cuentas, para eso están los psicólogos y demás. A nosotros que nos dejen en paz. Y si las cosas con el enfermo van mal, siempre nos quedará el París de que no pone de su parte,que sólo quiere llamar la atención,que no hace lo que se le dice , aunque los consejos de los cercanos ignorantes generalmente sean una mierda pinchada en un palito…Y si no, la culpa es del psicólogo.

Cualquier cosa con tal de no mover un puñetero dedo por quien nos necesita…

Así son las cosas, papá…

Cómo te echo de menos y qué falta me haces.

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