Ante una enfermedad mental…
Dejémosnos de intentar que se nos perdone por tener una enfermedad mental o un trastorno de personalidad acompañado de más cosas. Dejemos de comportarnos como si hubiéramos buscado tener una depresión o un trastorno bipolar o un TLP o esquizofrenia. Dejemos de sentirnos culpables si los que tenemos alrededor lo pasan mal. Es doloroso que lo pasen mal, claro está, pero repito: nosotros no nos hemos buscando el infierno en que vivimos. Y en infinidad de ocasiones nadie, salvo Dios y nosotros, sabe lo duro que es vivir con esto que arrastramos, con esta cruz. Dejemos que las personas empáticas, las que nos quieren, las que alumbran con su candil…
Después de varios meses…
Intento escribir otra vez algo que sea de ayuda para alguien de los millones de personas que padecen, como yo, enfermedades mentales en mayor o menor grado y que se llegan a ver tan a años luz de los demás como me veo yo. Afortunadamente cuento con una serie de personitas que me anclan de alguna forma a la vida real (ellos saben quiénes son) pero a veces, muchas en contra de mi voluntad, mi mente me expulsa de todo lo que es medianamente soportable y me condena al ostracismo donde tanto ella como mi alma están tan alejados de lo “normal” que no sé ni decir dónde están ellos…